Utrera | Actualidad En pleno corazón de Utrera, hay un peculiar espacio en el que se trabaja duro a diario. Sin embargo, aunque los utreranos no tienen el placer de entrar en él, estos son tan conscientes como las paredes de su convento de la constancia , el esfuerzo y el amor que cada día entregan las inquilinas que lo habitan como son Hermanas Carmelitas de Utrera.
Sin embargo, a partir de ahora, los utreranos e interesados en conocer la labor de estas Hermanas
tienen una cita muy especial ya que gracias a un convenio entre la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y las Hermanas Carmelitas, las puertas de este convento utrerano abrirán sus puertas al público.
Es por ello, que la delegada de Turismo de la Junta de Andalucía, Rosa Hernández, se ha acercado hasta Utrera para visitar el convento y poder conversar con las Hermanas. En su visita ha querido resaltar los dulces que realizan las Hermanas Carmelitas, unas delicias que en palabras de la propia delegada deb
EL CONVENTO DE LAS MADRES CARMELITAS DE UTRERA ESTARÁ ABIERTO AL PÚBLICO TRAS UN CONVENIO CON LA CONSEJERÍA DE TURISMO” en ser reconocidas al igual que los mostachones de Utrera.
Este convenio, que forma parte de unas jornadas turísticas de Utrera, según Hernández se trata de una colaboración de patrocinio de la marca “Andalucía” que estará unos días en la localidad.
En este sentido, Hernández, asegura con total firmeza que la redistribución del flujo turístico debe venir hasta Utrera debido a los atractivos patrimoniales, históricos y tradicionales que tiene, ya que según la delegada de turismo son “únicos”.
También Rosa He
rnández ha querido resaltar que este convenio supondrá ser una apuesta de calidad por la hostelería utrerana y para la localidad y para sus vecinos.
Por último, Isabel González, concejala de ciudadanos, también ha querido recalcar que el objetivo de este acuerdo es fundamentalmente dar visibilidad a Utrera y reconocer el trabajo que las Hermanas Carmelitas realizan. A su vez, valora como “encomiable” la labor de la Junta por acercarse a escuchar las peticiones de la localidad y por consiguiente de las religiosas.