EL BAILE ÍNTIMO DE FARRUQUITO Y LA VOZ DE CARMEN LINARES CERRARON TRES DÍAS INTENSOS DE FLAMENCO EN EL FESTIVAL DE LA MISTELA Los Palacios | Cultura El Festival de la Mistela de Los Palacios y Villafranca echaba el telón el pasado sábado, 23 de octubre, después de tres noches irrepetibles.
Al espectáculo “Sentir” y la entrega de la Venencia flamenca a la artista más joven de la historia de este Festival Reyes Carrasco, siguió, el viernes, el baile de un íntimo Farruquito que supo trasladar la espontaneidad, naturalidad y los momentos de duende que se viven muchas veces en un cuarto de cabales.
Cerraba, el sábado, el dulce cante de Carmen Linares dio voz a los poetas, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez y Miguel Hernández reivindicándolos para la dignificación del flamenco.
Con tonás y siguiriyas a cargo Ezequiel Montoya e Ismael de la Rosa, abría el espectáculo Juan Manuel Fernández Montoya “Farruquito” con un público entregado desde el principio. Farruquito compartió su baile con Marina Valiente en una conversación flamenca donde sus pies y sus manos se movían a compás.
Rodeado también del cante de María Vizárraga, con la guitarra de Antonio Santiago “Ñoño” y la percusión de Paco Vega, bailó por fandangos (recordando los cantes y bailes en tabernas) caña, tarantos, tangos, cantiñas y bulerías perfectamente hilados para advertir que la naturalidad y espontaneidad del flamenco se vive en la intimidad y así lo trasladó al publico palaciego de la Mistela que supo agradecerle esta versión íntima del baile flamenco de Farruquito.
El festival de la Mistela se cerraba el sábado con el espectáculo de Carmen Linares quien recordó con “Cantaora” sus más de 40 años dedicados al flamenco y más de 30 títulos entre discos propios y colaboraciones y del que hay que destacar su “Antología de la Mujer”.
Carmen puso su voz dulce y flamenca en Los Palacios y Villafranca a nuestros poetas, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez y Miguel Hernández.
La que ostenta el premio nacional de Música desde 2001, estuvo acompañada por las guitarras de Salvador Gutiérrez y Eduardo Espin Pachecho, por los coros y palmas de Ana María González y Rosario Amador y por el baile de Vanesa Aibar.
Carmen puso su gran maestría y conocimientos en el escenario del municipal Pedro Pérez Fernández cantando por tonás, siguiriyas, soleá, cantes de Levante, cantiñas, tangos de Granada, fandangos y por bulerías lorquianas.