Plácido Díaz se despide de sus feligreses con una Eucaristía de Acción de Gracias en la Parroquia de San Pablo de Trajano

Utrera | Actualidad Dos años han pasado desde que el utrerano Plácido Manuel Díaz Vázquez fuese ordenado sacerdote en la Catedral de Sevilla. Tras esta ceremonia, a Plácido se le encomendó su primer destino para ejercer como párroco de Trajano, Pinzón y El Trobal, poblados de colonización, muy próximos a su Utrera natal, con lo que el destino lo acogió con alegría e ilusión.

Muchas cosas ha logrado Plácido en muy poco tiempo y, a lo largo de estos dos años, siempre ha estado “maquinando” actividades para hacer crecer a sus feligreses y mejorar las parroquias que se les había encomendado.

Para la historia de Trajano quedará la procesión de la Virgen de Consolación, para la que está en proyecto la construcción de un altar en la Parroquia de San Pablo, pero la réplica de la patrona de Utrera, que estaba en Cataluña, sí está presidiendo el altar, desde hace algo más de un año, y los mayores de Trajano pueden visitarla a diario.

Ahora, por sorpresa y cuando ya el joven sacerdote planificaba el nuevo curso, ha recibido una llamada para irse a Roma y continuar allí su formación. Dos años por delante en los que Plácido Díaz estudiará Mariología, y profundizando en la Virgen María seguirá creciendo, formándose y aprendiendo.

El pasado sábado, 24 de agosto, Plácido Díaz celebraba en la Parroquia de San Pablo de Trajano una Eucaristía de Acción de Gracias por el tiempo que ha pasado en estos poblados, y que “no es un adiós sino un hasta pronto”, como al sacerdote le gusta llamarla.

Dos años, recién salido del Seminario, en los que ha aprendido a ser cura, como dijo en la homilía que dedicó a la Virgen María, y que por siempre llevará a sus feligreses en el corazón.

Entre los feligreses que asistieron a la misa, se encontraba la alcaldesa pedánea de Trajano, Pepi Sánchez, que se despide de Plácido con pena, pues le ha tomado mucho cariño al joven párroco que ha dejado “una huella muy grande en Trajano”.

Para Sánchez, Plácido ha sabido “integrar a la juventud”, labor que comenzara el anterior párroco, el también utrerano Marco Antonio Fernández. Ha apoyado tanto a la Agrupación Parroquial de la Borriquita como a la Asociación de Romeros, recuperando la romería en Trajano, que se estaba perdiendo.

Plácido Díaz, sacerdote enamorado de Utrera, de sus gentes y de sus tradiciones y fiestas, se prepara ahora para vivir en la distancia la Feria y Fiestas de Consolación de Utrera,pues para esos días ya estará en Roma.

El sacerdote inicia un nuevo camino y se marcha agradecido por todo el cariño que le brinda Utrera y que está recibiendo en estos momentos.