Saboreando por el Guadalquivir, mucho más que una experiencia gastronómica

Utrera | Actualidad ¿Quién me iba a decir a mí que un 29 de julio comenzaría mi andadura en UVITEL? Pues así fue, un 29 de Julio, día de Santa Marta, patrona de mi pueblo, me encontraba en la Iglesia de Los Molares cubriendo este evento como una reportera novata.

Pero, por si fuera poco, al cabo de los días cambié el micrófono de reportera por una petaca de corbata que, como si de un broche en mi vestimenta se tratara, marcó el inició de la que iba a ser una experiencia maravillosa que sobrepasaría lo gastronómico.

Porque “Saboreando por el Guadalquivir”, ha sido mucho más que una experiencia gastronómica. No cabe duda de que mi paladar se ha vuelto aún más caprichoso desde mi paso por el programa porque no todos los días se tiene la gran oportunidad de probar los mejores platos de la zona del Bajo Guadalquivir.

Tampoco se tiene cada día la gran oportu
nidad de disfrutar conociendo a personas maravillosas mientras haces tu trabajo. Han sido muchos los restaurantes que nos han abierto sus puertas de par en par para en tan sólo un encendido de fogones convertir cada rincón de sus salones en un auténtico plató de TV.

Por otro lado, también han sido muchos los comercios que nos han recibido en cada uno de los pueblos por los que hemos pasado. Panaderos, pintores, diseñadores, fruteros, artesanos y un sinfín de profesionales que, podría pasarme el día mencionando, en cada nuevo día que amanece trabajan duro por su negocio y para que a su pueblo no les falte nada.

Y de todo este recorrido por Restaurantes y comercios, no puedo olvidarme de las maravillosas Rutas Históricas que hemos vivido. Perdernos entre Iglesias, Ermitas, Castillos y emblemáticas calles de Las Cabezas de San Juan, Lebrija, El Cuervo, El Palmar de Troya, Utrera, El Coronil, Los Palacios y Vi
llafranca o Los Molares, ha sido todo un regalo de vida, porque en ellas no sólo hemos conocido su Historia sino también el elemento más importante de todas y cada una de estas localidades como son su gente. Gente que nos ha seguido en cada grabación y en cada programa en forma de audiencia, y es por eso que todo se lo debemos a ellos. A fin de cuentas, son quienes han hecho posible esta bonita realidad y quienes nos han dado un cariño que en forma de palabras es imposible explicar.

Sin embargo, de quienes no puedo pasar desapercibida es de mi equipo de compañeros. Esas personas que no se ven porque están detrás de las cámaras y focos, pero están ahí, haciendo un enorme trabajo hora tras horas, corriendo de un lado a otro para coger la mejor toma y arrasando los lugares por los que pasamos como si de huracanes se trataran con tal de crear el mejor plató para “Saboreando por el Guadalquivir”. Como han sido Isa,
Ana, Juampe, Angeles, Juan Miguel y especialmente los dos Sergio, Vero y Jaime quienes han sido el verdadero motor de toda esta magnífica experiencia y, a nivel personal, mi mayor apoyo.

Por último, mientras escribo este artículo solo se me viene a la cabeza una palabra, GRACIAS. Gracias a todos los patrocinadores, comerciantes, restaurantes, historiadores y artistas que habéis participado en “Saboreando por el Guadalquivir”. Gracias a la audiencia por hacer posible todo este proyecto y por las palabras tan bonitas que nos habéis dedicado tras cada programa. Y como no, gracias a UVITEL y a todos mis compañeros por cada sonrisa lanzada al aire, por cada broma en una esquina, por cada descanso en el coche de camino a casa y sobre todo gracias por luchar conmigo contra el miedo que provocan los primeros pasos de una joven con tan sólo 23 años sin experiencia en el maravilloso mundo de periodismo. Gracias de corazón.
 
Fuente: María José Marchena